Dios Permite la Prueba de Job

 

Debemos ser Afligidos por diversas Pruebas

¿Por qué un Dios bueno permitiría que Job pasara por esta prueba? Pero 1ªP.1:6 dice: …es necesario, seáis afligidos con diversas pruebas. La Biblia enseña claramente que Dios ama a aquellos que son Sus hijos, y que “todas las cosas les ayudan a bien.” (Ro.8:28). Eso debería significar entonces, que las pruebas y tribulaciones Él las permite en nuestras vidas. Por lo tanto, para el creyente todas las pruebas deben tener un propósito divino. En esta presentación se demuestra por qué la prueba de Job no fue el resultado de algo malo en su vida, sino fue ordenada por Dios. Dios permite la prueba de Job.

Dios describe a Job

Inicia describiendo a Job como un hombre perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal (Job.1:1). Job.1:2-5 lo define como el varón más grande de todos los orientales. Presenta la bendición de tener una hermosa familia, una economía próspera y un temor reverente a Dios que es evidenciado cuando presenta sacrificios por si quizás, alguno de sus hijos había pecado, mostrando su preocupación por sus actitudes y sus tendencias a extraviarse. Esto muestra su carácter perfecto. 

El cielo es el escenario de la conversación acerca de Job

En Job.1:6-12 la conversación tiene el escenario celestial. El tema de discusión entre Dios y Satanás aquí es Job. Dios provoca los celos de Satanás elogiando a Job. Esto es una característica de sabiduría (Pr.9:10). Esta provocación confrontó a Satanás. El detalle más importante es que fue Dios quien inició la conversación, y preparó la situación que tendría que vivir Job, y con esto se convirtió en el autor de la tribulación que se manifiesta en la vida de Job. Esto indujo a Satanás a pedir la autorización para quitarle las bendiciones a Job. Dios se lo permitió mostrando con eso Su Soberanía (Sal.145:1-13).

          Aspectos relacionados con las Pruebas de Job

Hay tres aspectos en la prueba de Job. 1. Primeramente, a Satanás se le permitió arrebatar todos los bienes de Job, además de la muerte de cientos de sus empleados (siervos). Ese mismo día también, todos sus hijos murieron a raíz de una impetuosa tempestad. Pero Dios no le permitió a Satanás tocar a Job (Job.1:12). 2. Pasada la primera prueba, Dios autorizó que Satanás lo afligiera en lo físico (Job.2:4-6), pero no podía tocar su vida. Satanás sólo pudo hacer lo que Dios le permitió (Col.1:16-17). 3.

Posteriormente, sus parientes, la gente de su región, incluyendo a su esposa, se levantaron en su contra hasta el punto de que sus amigos más cercanos lo inculparon y lo juzgaron mal. Vemos el silencio guardado por Dios. Fue una prueba extremadamente terrible y difícil para Job. Dios permite la prueba de Job.

Job adora y bendice a Dios por su condición

Después de que estas tragedias terribles golpean a Job, él adora a Dios y lo bendice por su condición (Job.1:21). Job no pecó ni le echó la culpa a Dios” (Job.1:22). Job no pecó ni le echó la culpa a Dios” (Job.1:22). Job no pecó ni le echó la culpa a Dios” (Job.1:22). Llegan sus amigos más cercanos, y el motivo de su llegada era bueno, pues ellos amaban con sinceridad a Job y estaban interesados por él. El aspecto de Job era irreconocible (Job.2:12). Estuvieron siete días en silencio, pero luego perdieron está disciplina (Job.4:2). Job entró en un estado de depresión tal, que deseó no haber nacido (Job.3:1). E interroga a Dios diciéndole: ¿Por qué Señor? (Job.3:20).

Job sabía que una prueba fuerte le iba a sobrevenir (Job.3:25). Pero los actores humanos en este drama no tienen ninguna idea de que Dios está profundamente envuelto en la vida de Job en ese momento. Ellos no tienen ningún entendimiento. Dios permite la prueba de Job.

La Prueba de Job como parte del propósito Dios

No importa que Dios haya suspendido la condición protegida de Job temporalmente. Existe una razón: Job no es una víctima de tiempo y oportunidad, sino una parte del propósito orquestado de Dios. Él no tiene ninguna idea que él es actor principal en una obra de moralidad, dirigida por Dios en la tierra. Hasta donde Job conoce, Dios ha desaparecido de su vida. Se esfuerza solo, tratando de buscar causas. Ninguna aparece. Ora expectativamente. Pero nada ocurre. La dolorosa enfermedad de Job mina su fuerza. Se pone cada vez más débil. Entonces se confunde más. Actitudes contradictorias suenan en sus discursos. Job recurre a Dios para que actúe antes de que sea demasiado tarde. A veces incluso desafía a Dios. “¿Por qué no me perdonas mis pecados? ¿Por qué no pasas por alto mi maldad? Un poco más, y yaceré en el polvo” (Job 7:21).

Job gime ante su estado calamitoso

Él gime: “Mi ánimo se agota, mis días se acortan, la tumba me espera” (Job.17:1). Aunque Job no ha hecho nada malo y ha suplicado desesperadamente pidiendo ayuda, Dios aún decide quedarse oculto. “A ti clamo, oh Dios, pero no me respondes; me hago presente, pero tú apenas me miras”, se lamenta Job (Job. 30:20). Las circunstancias trágicas de Job desafían y contradicen todo lo que él siempre ha creído sobre Dios como un protector del bueno. Arremete a Dios en el dolor y angustia. “¿Si he pecado, ¿en qué te afecta, vigilante de los mortales? ¿Por qué te ensañas conmigo? ¿Acaso te soy una carga?”, se queja Job (Job 7:20).

La existencia de Dios no está en duda. “¡Que me mate! ¡Ya no tengo esperanza! Pero en su propia cara defenderé mi conducta” (Job.13:15). Todavía sigue confiando en Dios como su defensor; Job insiste, “yo sé que mi Redentor vive” (Job.19:25). 

¿El Dios justo castiga injustamente a Job?

Ciertamente, es confortador pensar, que el fuego de Dios está a punto de quemar a este hombre. Ellos tienen miedo de admitir que ninguna razón de causa-efecto existe en las pruebas dolorosas de Job. Ello implicaría que viven en un mundo insensato. ¿Cómo Dios podría ser justo y castigar a Job injustamente? Job obviamente debe haber pecado contra Dios. Sí, eso es. El pecado de Job es la causa de su sufrimiento. Dios lo está castigando. Los amigos le dijeron “si estás sufriendo es porque debes haber pecado”. Es tiempo de culpar a la víctima.  Terminan atacándolo implacablemente como un pecador horroroso. Elifaz ampulosamente manifiesta: “¿No es acaso demasiada tu maldad? ¿Y no son incontables tus pecados?” (Job.22:5).

Él y los otros dos amigos no entendían completamente bien la condición espiritual de Job y el propósito de Dios. Usan mal sus comentarios, y se asustaron al descubrir que estaban equivocados (Job.42:7-8).

Job pierde la perspectiva de su realidad

Durante la prueba Job había perdido la perspectiva correcta. Al inicio obró bien, pero después perdió el rumbo. Él no podía dar gracias a Dios ni por las circunstancias ni por los ofensores que tenía (1ªTes.5:18). Ni por los que malinterpretaban. Pero después oró por ellos y fue librado de su cautiverio (Job.42:10). Eliú ha preparado el camino para que el Señor visite a Job. Después de varios meses de silencio, el Señor se le apareció a Job. Con la esperanza de un encuentro con Dios, dice: “Vean que ya he preparado mi caso, y sé muy bien que seré declarado inocente” (Job.13:18).

Dios Desafía los reclamos de Job

Ahora, desde la fuerte tormenta, Dios empieza a desafiar los reclamos de Job para su compresión: “¿Quién es éste, que oscurece mi consejo con palabras carentes de sentido?” (Job.38:2). Desde el torbellino, Dios demanda a Job, “¿Corregirá al Todopoderoso quien contra él contiende? ¡Que le responda a Dios quien se atreve a acusarlo!” (Job.40:2). Dios le dice que no conoce sobre lo que está hablando cuando cuestiona la justicia de Dios. Él no va a responder a cualquier “Por qué” dicho por Job. Dios ha venido a interrogar. “Yo lo cuestionaré, y tú me contestarás”, le dice a Job dos veces (Job 38:3; 40:7). Dios en su justicia permite la prueba de Job.

Como le responde Dios a Job

¿Cómo responde Dios a Job? Dios da a Job un recorrido de apreciaciones de la naturaleza, recontando la grandeza de ella (Job. 38:22; 39:19). ¿Es esto pertinente? De hecho, sí. Job sabe ahora lo que le ha pasado. En alguna manera no lo puede entender totalmente. Fue elaborado para su beneficio, para beneficio de todos (Ro.8:28). Job puede decir a Dios: “Yo sé bien que tú lo puedes todo, que no es posible frustrar ninguno de tus planes” (Job. 42:2). Job se convence ahora de la sabiduría infinita de Dios en su trato con él.

Job sabe ahora que existe un propósito para su sufrimiento. El propósito de Dios, que realmente es bastante para él. Es escuchar la voz poderosa de Dios que truena en el torbellino y pone todo en la perspectiva de Job, él dice: ¡Dios está vivo!; ¡Dios está aquí!; ¡Dios cuida!; ¡Dios es capaz! Cuando Dios aparece, las preguntas de Job se funden precisamente porque Dios se ha revelado.

Dios aplica Su corrección a Job

Sorprendentemente, Dios no condena a Job por poner un cerco contra él y su acusación. Dios sólo corrige el concepto erróneo de Job sobre su habilidad de gobernar la creación. Para estar seguro, Dios reprende a Job porque Job lo condenó por su “injusticia”. Desde la tormenta, Dios abate a Job con estas preguntas: “¿Vas acaso a invalidar mi justicia? ¿Me condenarás a mí para justificarte tú?” (Job.40:8).  Dios acusa a Job del pecado de querer ser más justo que Él. No lo llama injusto ni blasfemo. Dios permite la prueba de Job.

Dios Quitó la prueba a Job

Finalmente, el Señor quitó el cautiverio de Job (Sal.126). Su pesadilla había terminado porque Dios estaba renovando todas las cosas. Unos meses antes Job pensaba que moriría y que nunca volvería a ver el bien. Todos los malentendidos fueron resueltos. Dios le concedió muchos honores, devolviéndole dos veces lo que tenía antes de la prueba.

Razones por las cuales Dios permite la Prueba de Job

En conclusión, las pruebas y sufrimientos proporcionan el enriquecimiento espiritual y construyen una relación entre nosotros y Dios (2ªCo.12:7-10). Job también nos dice que no siempre existe alguna relación entre el sufrimiento y el pecado. Simplemente, porque los cristianos sufren pruebas o tragedias no significa que Dios está castigándolos por algún pecado. El afirmó que Dios todavía es Dios, no importa que, Él siempre es digno de nuestro amor y nuestra reverencia hacia Él. Esa era la prueba de Job, y la pasó. Fue vindicado por permanecer fiel a Dios. Job demostró que es posible para los seres humanos amar a Dios incondicionalmente.

El sufrimiento había sido una oportunidad expansiva de Job para demostrar su fe. Dios había sido más grande y Job más pequeño. Dios fue el Autor, pero mejor el Consumador, era el responsable de la prueba (He.12:2). Por esto, Dios permite la prueba de Job. También nosotros seremos probados como el oro. Por eso, la prueba de Job es el precedente que nos deja para que podamos confiar y esperar en que Dios estará con nosotros. Él nos respaldará y después de superada la prueba, nos promoverá.

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